Visiones de la víspera
Las fucsias pasifloras de enredaderas apagadas
con aretes suspendidos como astros oscuros
bajo la imperfecta visual de los recuerdos
homenajean las diminutas luciérnagas moribundas
en el cósmico rielar de perseidas nuevas en fuga
rescoldos del vano mar.
Autor: Edgar Mora Cuéllar 2009
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Símil
En el primigenio transcurrir de una metáfora
los nubarrones que amortiguados con lloviznas
fingen ágiles movimientos de grábidos planetas
cuando se incaustan a celebrar eternizados
en orbitales recorridos a la larga obliterados
en el libre espacio lleno de mucho más que nada;
festejan el vuelo de la noche que se finge moribunda
llenando de susurros la cima de una aurora
clareando en el horario suspendido de silencios
el velo gris de refulgentes nubes tormentosas
y el empecinado transcurrir del hado multiforme
tañe dondequiera los sueño con misterios.
Autor: Edgar Mora Cuéllar 2009
LA FILOSOFÍA CHIBCHA
La palabra Chi-b-cha está enterada de dos semantemas que denotan una polaridad: Chi, la luz y Cha, la oscuridad. Y de una b o valor de cambio (volante de huso) que la distingue en la misma lengua de la Chicha, bebida espirituosa, oro líquido, espíritu del maíz que purifica las contradicciones resolviéndolas en los antagonismos directos o en la solidaridad de los abrazos.
La palabra Chibcha designa la dialéctica del águila y la serpiente: El hombre es la lucha encarnada de las fuerzas de la tierra y las potencias del cielo. La mente vuela como el águila y arrastra como la serpiente. La mente es el Sexto Sentido de la especie humana, su Sentido Común...
Pero todos los animales y todas las cosas tienen un Sentido Común que les es propio, y sin embargo, el hombre no adquiere este sentido por heredad biológica, sino en dura lucha en que media la cultura para constituirse en el Animal Humano, para integrarse a las demás especies...
Lucha de reconstrucción del instinto de la conservación y del instituto social, que constituye el espíritu propio de las especies, y que en el hombre se llama el Espíritu Humano
Reconstrucción que solo es posible en un denodado culto de la naturaleza, en el permanente auscultar la comunidad de sentido del hombre y la naturaleza que es el que nos brinda la sensación de la salud...
La Vida, la Fertilidad y la Muerte constituyen el triángulo Mayor, el Colmillo del Jaguar, Mediador entre el Hombre y el Caimán, señor del Tiempo. Y al interior de él hemos de hallar las Tres armonías fundamentales que constituyen la Pirámide del Conocimiento:
La armonía del hombre con la naturaleza
La armonía del hombre con la sociedad
La armonía del hombre consigo mismo...
Armonías que solo son posibles mediando otro triángulo virtual constituido por tres elementos que son los que constituyen en sí el Espíritu Humano: La Solidaridad, la Tolerancia, y la Comprensión: Virtudes que comparten la Tierra y el Cielo con la Vida, el Padre, la Madre con el hijo. Pero que a nivel de la especie son una opción o coopción en que ya no rige la pulsión del instinto, sino la certidumbre del Dolor y de la Calidad de Vida...
Heredad sí de un atrás que merced a la historia hemos olvidado, un atrás tan largo que al extender su cola podría ser mañana o ahora mismo.
Virtudes que son en verdad la semilla del Espíritu Humano y de la Cultura...
Se diría que esas tres virtudes constituyen de manera virtual un Séptimo Sentido que se construye sobre el Sentido Común. El Sentido Ético!...
Sin embargo el Sentido Ético requiere aún sobre el triángulo virtual de otro sentido que brille como el Sol, el Sentido de la Perseverancia, (Octavo sentido) sin el cual el Espíritu Humano sería ave de corto vuelo...
Es la perseverancia la que fulge la bondad de las culturas y los hombres...
Sexto, séptimo y octavo sentidos que son duras conquistas para los hombres pero que en la mujer siguen siendo instintos...
Y todavía aún tenemos por conquistar un noveno sentido que trasmuta lo bueno en lo bello: El sentido Estético. Sentido que es en propiedad un homenaje a la Madre Haba.
Sentido el Estético que es el Vértice propio de la Pirámide del conocimiento, el tallador de arquetipos humanos, la punta de diamante del tiempo...
En fin, pareciera que hay un compromiso entre los números decimales y el Espíritu Humano y que todavía hubiese un décimo sentido que es una negación, un contrasentido que nos niega como personas y nos subsume en una Unidad Mayor. Sentido que permite que en nosotros también repose el cielo allá sobre la cumbre de la pirámide del conocimiento, sentido que es difícil de nominar en lenguas civilizadas pero cuya esencia es una dualidad: La aquiescencia y la abstinencia. Sentido que solo en el mejor sentido podemos llamar Sentido de la Poesía, pero que en propiedad es el Sentido de la marcha...
El poeta es la vida del lenguaje!...
La naturaleza ha dotado o subdotado a algunos especímenes humanos para proteger el instituto de la Comunicación, que ha menudo naufraga en las instituciones incluida la poesía misma.
Son sus palabras que nos redimen en una sinfonía de pertenecía, y sin embargo, el poeta no es el Señor de las palabras. El poeta ese el Señor de los Silencios.
Sus palabras clausuran silencios y abren espacios virtuales al Espíritu Humano.
Es en sus "versos" que cambian de sentido las palabras y de rumbo los tiempos.
Y si la función del mito es de cantar saberes. El poeta decanta las palabras.
Y entre que la historia nos suprime, el poeta nos ejerce.
Con su aliento el hombre siempre es joven y solo el cielo envejece.
Diríamos además que el compromiso del sistema decimal en que el número Nueve entraña el Mayor de los Órdenes, con el Espíritu Humano; deviene de un sistema vigesimal anterior de cuño antropocéntrico en que la sintaxis de las novenas es determinante.
En realidad a nivel histórico no se recuerda porque es el número Nueve el mayor de los Órdenes, y solo podemos conjeturar que es solo por ser aquel en que la especie se reproduce (Las Nueve Lunas del embarazo femenino).
Lo que parece evidente sin embargo, es que en vigencia de sistema Vigesimal, también los dedos de los pies implicaban sentidos. Sentidos que sin embargo solo podríamos auscultar tras una larga vigencia de un tal sistema, con la vigencia también de un Calendario como el Chibcha y una tradición de registros que nos permitan visualizar el sentido de nuestros pasos sobre la tierra. Largo camino en que es menester reencontrar nuestros mitos.
Luis Enrique Galindo Rangel - (De Bochica a Quetzalcoatl) pp 113,117
CITA
...Sobre el Gran Macizo Colombiano donde nacen las tres cordilleras que enriquecen el clima del país de sur a norte y las aguas de sus grandes ríos: El Magdalena, El Caquetá, El Patía y el Cauca, tenemos un legado arqueológico de arte monumental megalítico, heredad de un atrás de espíritu ciclópeo, erigido en memoria del nacimiento de una cultura: La cultura Chibcha !...
El sitio está centrado por la Fuente Ceremonial de Lavapatas, bautizada así por algún ladrón de tumbas.
Fuente entallada en las rocas del Alto de La Cima y en cuyas posetas rielanban las estrellas en las noches profundas, sobre un panorama que en el solsticio de verano mostraba la vía láctea recién manida de las tetas de la tierra, como la Gran Anaconda.
Luis Enrique Galindo Rangel - (De Bochica a Quetzalcoatl)
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(Actualmente se oculta el reflejo del firmamento en este observatorio astronómico de nuestro macizo "estrella fluvial" como resultado y producto significante de una visión miope del cosmos y de su entorno.)
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